martes, agosto 09, 2005

Qué vida mas perra

Hace algunos meses terminó la temporada de caza y perdí toda utilidad para mi amo.
Me escapé un día que nos llevaron al campo ; nos pusieron una cuerda en el cuello, a modo de collar, y vi cómo apalearon a dos de mis hermanos mientras los colgaban.
Después pasé hambre. Pronto los parásitos invadieron mi piel. Una rata me mordió y la herida se infecto rápidamente. Tenía fiebre y estaba a punto de desvanecerme cuando aparecieron ellos; me lamieron las heridas, me dieron calor y me consiguieron alimento. Desde entonces estoy con ellos.
Todos tienen algún estigma. A uno le falta un ojo , consecuencia de un certero latigazo. Éste siempre repite :" Nunca confíes en los dos patas", y a continuación cuenta la historia de una perra, La Malpapeada, torturada en una escuela militar.
Una noche , en el margen de un camino, encontramos un pastor alemán tirado. Respiraba con dificultad, los ojos los tenía azules y escupía espuma por hocico y boca. Nos quedamos con él hasta que murió. Después el tuerto dijo :" Nunca confiéis en los dos patas".



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?