domingo, diciembre 17, 2006

Hace 10 años

Un día de limpieza comienzas revisar las estanterías y te encuentras con discos que marcaron tu juventud y te das cuenta que han pasado diez años desde que te compraste un disco maravilloso y tú casi no te habías dado cuenta.


miércoles, diciembre 13, 2006

Adiós a Peter Boyle

El actor que encarnó al monstruo en la desopilante película el jovencito frankenstein murió el martes por la noche.


domingo, diciembre 10, 2006

Adiós Pinochet

Adiós pinochet. Te has ido y te has dejado toda la inmensa fortuna que amasaste(¿robaste?) durante años. Es igual, la disfrutarán tu hijos, o nietos, o bisnietos.
Te has ido sin que se te juzgara por los crímenes y torturas cometidos durante tu mandato.
Has dejado la economía chilena "saneada" y alabada por toda la comunidad neoliberal del planeta, y lo único cierto es que Chile es el país de suramérica donde las desigualdades sociales son mayores.
Dejas una sociedad totalmente dividida, con unos indices de crispación que en cualquier momento puede estallar.
Te has muerto arropado por los tuyos, pero ningún caso has muerto con la dignidad de todos aquellos que desaparecieron bajo tu odio.
Quizás ahora tu destino te haya vuelto a cruzar con Salvador Allende (aquel que te dio el mando del ejército chileno y tú se lo agradeciste bombardeando la casa de la moneda) ¿con qué cara le mirarás a los ojos?
O quizás, aunque sólo sea por un segundo, hayas vuelto a ver a Víctor Jara, aquel terrorista que iba a dinamitar los cimientos de la patria con su voz y su guitarra.
Quizás hayas visto los rostros de todos aquellos que formaron parte de la caravana de la muerte.
Quién sabe con quién te has reencontrado. Quién sabe dónde estarás ahora, Pinochet.


jueves, diciembre 07, 2006

Midlake - Young Bride


Crítica literaria a las tres

Los lunes, martes y miércoles tengo una asignatura optativa que se llama Crítica Literaria y comienza a las tres.
Para llegar a esta clase a tiempo tengo que coger el autobús de las dos menos diez, lo que me obliga a comer a matacaballo a la una y media, más o menos.
Este autobus -el de las dos menos diez- tiene la particularidad de recoger pasajeros en el centro penitenciario.
La carretera que lleva hasta allá sólo tiene una acera y le ha crecido hierbajos todo lo larga que es. La iluminación es escasa. El asfalto está desgastadísimo y tiene pequeños socabones. Las zonas verdes están abandonadas, los árboles se han secado y donde antes había cesped, ahora crece maleza sin control. El aparcamiento, a pesar de ser enorme, casi nunca tiene coches, y parece haber tantos cráteres como en la luna. Desde el autobús, se ve una sala de espera decrépita, prematuramente envejecida.
Supongo que el mundo carcelario es tan grotesco que toda la realidad que lo rodea se deforma. O simplemente las AAPP se han olvidado de esa parte del mundo.

lunes, diciembre 04, 2006

El olor de un hospital

El sábado por la mañana tuvimos que llevar a mi padre corriendo a urgencias del hospital porque se ahogaba y tenía vómitos. Los médicos dijeron que tenía un edema de pulmón. Eso unido a su historial de problemas de corazón hizo que se quedara ingresado en la ucc.
Cuando entras en un hospital, lo primero que te llama la atención es el olor. Es un olor tan fuerte y penetrante como la lejía. Además se confunde con el olor de medicamentos, de detergentes, de guantes de latex, de antibióticos, de ropa limpia sin suavizante, de betadine y de gasas. No es un olor agradable ni desagradable, es un olor sin rostro, no comparable con ningún otro. Es el olor de lo aséptico.
Mi padre ya le ha visto las orejas al lobo un par de veces. Cuando está ingresado en el hospital se vuelve muy sensato: dice que va a seguir las órdenes de los médicos (curiosamente el también lo es), que va a cuidarse, que no va a comer en exceso ni nada que tenga grasas de origen animal, que va a hacer más ejercicio, que va a adelgazar etc, etc, etc.

viernes, diciembre 01, 2006

Olía como en primavera

Esta tarde he recordado que en los meses de primavera, aunque hay un calorcito muy agradable y un solecito templado que invita a salir a la calle con pocas prendas de abrigo, la gente, por precaución, siempre lleva un jersey o una chaqueta para cuando el sol se pone y refresca un poco.

En esos días, los transportes públicos, cuando se llenan, producen un calor humano muy húmedo que induce a los viajeros a sudar, y a más de uno/a se le escapa cierto olor a sobaquina.

Esta tarde, que no era especialmente fría, me dirigía a la facultad en autobús, y a medida que éste se llenaba, se ha extendido por todo el habitáculo un amalgama de olores con diversos matices: pies, sudor, zurraspas, estornudo y ropa sucia de varias semanas. En ese instante pensé: ¿es esta la definición técnica más cercana al hedor? Ciertamente no estamos en primavera, pero, joder...cómo olía.


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