LOCURA

Pues es una de las lecturas que tengo pendientes por terminar.
Lo que he leído, hasta el momento, es de plena actualidad. En concreto, el segundo capítulo o tratado, cuando Lázaro tiene por amo a un clérigo que le mata de hambre y éste tiene que ingeniárselas para alimentarse, me ha hecho recordar la época que estuve trabajando en el hotel.
Mi ex-jefe, al igual que Lázaro, tenía una necesidad, en su caso el alcohol. Para remediarlo, en la novela , Lázaro se hace con una llave similar a la que abre el arca donde se guardan los panes ;en el hotel, mi antiguo jefe consiguió una copia que abría la despensa de los licores.
Lázaro espera el momento preciso para hacerse con los panes, sin abusar para que no le culparan a él , mi ex-jefe esperaba y esperaba la oportunidad y tenía un sentido especial para oler el peligro a la legua , pero todos los días tenía su botella de Johnnie Walker. Si cambiaban la cerradura , al día siguiente él ya tenía copia nueva. Nunca supe cómo las conseguía y nunca dejaba de sorprenderme.
El caso es que esto son pequeñas muestras de las picardías que gastaban por allí.
Mi jefe, por supuesto , no era el único ni el peor, y bueno... yo también hice alguna.
Seguro que en todos los curros cuecen habas.